15 Abr La importancia de contar con un socorrista profesional
Las comunidades de vecinos deben valorar de manera suficientemente importante la contratación de un buen socorrista profesional. No obstante, el presupuesto del mantenimiento de la piscina no siempre valora en su justa medida esta figura como se merece.
Considerar únicamente el precio tiene, en algunas ocasiones, consecuencias no deseadas, y es que las tragedias o episodios desagradables relacionados con la seguridad de los bañistas en las piscinas comunitarias suelen darse por una concatenación de errores. Unos errores de los que, en ocasiones, no nos damos cuenta.
Para poner nuestro granito de arena a la hora de generar conciencia sobre ello, explicaremos la labor del socorrista, para así poder entender mejor la importancia de contar con un buen profesional que pueda desempeñar su función con plenas garantías.
Funciones del socorrista
Para que el trabajo que realizan los socorristas sea eficiente, además de su labor de vigilancia, es imprescindible que también los usuarios de la piscina se conciencien. Los bañistas tenemos la obligación de ayudar, con sentido común y responsabilidad, a las labores del socorrista:
- Prevenir: la labor de prevención es crucial, ya que minimiza las posibilidades de que se produzcan situaciones de riesgo. La prevención empieza por garantizar el buen estado de la instalación y del agua.
- Vigilar: es la función principal. Estar en constante vigilancia ayuda a identificar comportamientos de riesgo o situaciones potencialmente peligrosas antes de que sucedan.
- Socorrer: si todo se ha hecho bien, no habrá que recurrir a esta función, pero huelga decir que contar con un socorrista plenamente formado en tareas de rescate de bañistas y de primeros auxilios es una garantía a la que no se puede renunciar.
Responsabilidades de los bañistas
Para colaborar con las tareas del socorrista, los bañistas deben actuar de acorde a las normas, evitando ponerse en riesgo a sí mismos o a terceros por comportamientos temerarios o imprudentes. En este sentido, es vital controlar de cerca especialmente a niños y adolescentes, o personas con movilidad reducida.